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Rescatando reflexiones de películas

Me gusta escribir, ¡qué le voy hacer!

Aquí rescato algunas reflexiones que escribí hace un buen y larguísimo rato sobre películas que me llamaron y llaman la atención; inclusive, algunas desde los tiempos de Geocities.

Desde luego, tengo que advertir que estas son publicaciones de mi yo del pasado y, pues, la gente cambia.

Así que sé feliz y no juzguéis tan duro a alguien por su pasado.


Life of Pi (Ang Lee)


¿Cuál historia prefieres?

Una en la que a pesar de la oscuridad hay una luz en el final del sendero u otra donde los instintos animales y de sobrevivencia anulan nuestra humanidad.

Si la razón fuese el único motor de nuestras vidas, quizá no habría razón para vivir. A algunos los moverá el dinero y lo que se puede hacer con él, pero para mí es el amor. Pero... aquí viene el otro pero: ¿qué es el amor?, ¿se puede amar?, ¿puedes amar?, ¿cómo estás seguro que amas?, ¿en qué parte del cerebro está el amor?, y ya que los animales tienen cerebro, ¿pueden amar? Y entonces… ¿qué nos diferencia de un tigre llamado Richard Parker?



The Matrix (Los Wachowski)


¿Qué pasaría si todo fuera sueño?

¿Qué pasaría si el aroma de las rosas en la mañana, si las tonalidades naranjas de las nubes en el ocaso o si compartir un momento de alegría con tus amigos fuera un engaño?

¿Qué pasaría si un día cualquiera "alguien" te dijera que tu vida es un sueño, que tus logros no valen para nada y que vives en una ilusión creada por alguien superior?

¿Le harías caso?

¿Si crees que ese "alguien" está loco de remate, entonces... cómo puedes probar que tu vida es real y no un sueño?

¿Acaso cuando duermes por la noche después de un día estresante, no crees que tus sueños son reales y, únicamente, te das cuenta de que fueron sólo sueños cuando despiertas?

¿Acaso cuando duermes por la noche después de un día deprimente y sueñas que, por el más hermoso de los parques, caminas en compañía del ser a quien "verdaderamente" amas, acaso con sueños así desearías no despertar?

Entonces...

¿Cómo puedes afirmar que ese "alguien" que te encontraste un día cualquiera está loco, si ni siquiera puedes probar que tu vida es real y no un sueño?

¿Cómo puedes afirmar que está loco, si algunas veces "desearías" seguir durmiendo y continuar soñando?

Ahora bien... qué tal si tú deseo se hiciera realidad.

En el siglo XXII y en un mundo creado por los hermanos Wachowski, una máquina llamada la Matrix, la cúspide de la Inteligencia Artificial y la falsa teosofía, se nutre de la células de los seres humanos a cambio de recrearles una vida por medio de la Realidad Virtual. No obstante, existe un grupo de rebeldes liderados por Morpheus (Larry Fishburne) y entrenados para destruirla. A su vez, como millones de seres humanos que creen sus vidas son reales y no se dan cuenta de que son sólo sueños creados por la Matrix, se encuentra Neo (Keanu Reeves), un triste hacker, viviendo su patética vida dentro de un apartementucho y frente a un computador. Hasta que un día cualquiera "alguien", una esbelta mujer llamada Trinity (Carrie Ann Moss), le confiesa que su vida de hacker es sólo un sueño, que sus logros no valen para nada y que vive en una ilusión creada por la Matrix.

Matrix, además de ser el fruto de la realización de los hermanos Andy y Larry Wachowski ("Asesinos" y "Lazos Ardientes") y la producción de Joel Silver (productor, entre otras, de "Duro de Matar", "Depredador" y "Arma Mortal"), es un largometraje de ciencia-ficción pionero, en 1.999, de un tipo de truco visual muy alucinante: Bullet Time, un efecto de congelamiento espacio-temporal o de envoltura desde cada ángulo posible para la creación de secuencias de 360. Para lograr este truco, se utilizó el sistema Axis Cam, el cual emplea 36 cámaras fijas a lo largo de un trayecto en el que se va a desarrollar la acción. Cada una de esas cámaras filma una sola foto fija. Luego las fotos se escanean en el computador y se crea una tira de imágenes fijas. ¡Y VOILA!, truco visual listo para el mundo donde lo real es irreal.

Así que si un día cualquiera alguien te dice que la vida es sólo un sueño, tal vez... tenga razón.



2001: A Space Odyssey (Stanley Kubrick)


La primera impresión que recibe el espectador primerizo o menos documentado de 2001: A Space Odyssey es que verla, tal vez y sólo tal vez, es un acto de locura. Sobre todo, el final, cuando el cosmonauta, Dave Bowman, y único sobreviviente de la nave espacial, Discovery, se sumerge en el alucinante viaje a su renacer. Otros espectadores, en medio de bromas y, por supuesto, sin pretender faltarle el respeto, la comparan con un extraño documental de la NASA. Otros, ingenieros y científicos, la toman como base para explicar las metas que se tienen que cumplir para construir una inteligencia artificial tan humana como la del villano de la película, si acaso es un villano, Hal-9000. Y otros, más metidos en cuestiones de la Nueva Era, la consideran una experiencia casi espiritual. De todas formas, incluso para los eruditos menos pretenciosos, es difícil explicar totalmente y convincente 2001. En palabras de su realizador Stanley Kubrick:

No es un mensaje que yo haya tratado de convertir en palabras. '2001' es una experiencia visual: de dos horas y 19 minutos de película, sólo hay un poco de menos de 40 minutos de diálogo. Traté de crear una experiencia visual que trascendiera las limitaciones del lenguaje y penetrara directamente en el subconsciente con su carga emotiva y filosófica. Como diría McLuhan, en '2001' el mensaje es el medio. Quise que la película fuera una experiencia intensamente subjetiva que llevara al espectador a un nivel interno de conciencia, como lo hace la música. "Explicar" una sinfonía de Beethoven sería castrarla, levantando una barrera artificial entre la concepción y la apreciación.

Eres libre de especular como quieras acerca del significado filosófico y alegórico del filme —y esa especulación es una indicación de que ha triunfado en llevar a la audiencia a un nivel más profundo—, pero no quiero trazar un camino verbal para '2001' que cada espectador se sienta obligado a seguir o incluso tema haber perdido el hilo.

Creo que si '2001' triunfa, es en llegar a un amplio espectro de gente que no había tenido un pensamiento sobre el destino del hombre, su papel en el cosmos y su relación con más altas formas de vida. Pero incluso en el caso de alguien que es más inteligente, ciertas ideas encontradas en '2001' pueden quedar a menudo sin vida y ser automáticamente asignadas a la oportuna categoría intelectual; experimentando en un contexto cinematográfico visual y emocional, sin embargo, tocan la fibra más profunda de la existencia de cada uno. 

Lo que sí puedo afirmar, sin temor a equivocarme y como admirador, es que esta opera espacial, gestada de la pluma de Arthur C. Clarke y la visión Stanley Kubrick, es una de las más maravillosas obras de la ciencia-ficción.



Star Wars (George Lucas)


En una galaxia lejana, muy lejana, vivía un niño debilucho, tímido y muy poco sobresaliente en los estudios; pero con una imaginación sin limites que se alimentaba de cuanta historieta interplanetaria de Flash Gordon o Buck Rogers se le interponía en el camino. Sin embargo, esa imaginación casi fue truncada tres días antes de su graduación de la secundaria, el 12 de junio de 1.962, cuando un automóvil que iba a gran velocidad se estrelló contra su pequeño y bien amado Fiat. Lo sacaron de entre los escombros con ambos pulmones destrozados y lo llevaron al hospital, donde durante tres angustiosos días se debatió entre la vida y la muerte; pero, para su fortuna, algo lo acompañó y no lo dejo desfallecer: fue un campo de energía, fue "La Fuerza", y ese niño que se salvó es George Lucas.

En la escuela de cinematografía, el antes estudiante torpe, floreció; e hizo un cortometraje de ciencia ficción llamado THX- 1138: 4EB que, después, se convertiría, con ayuda de Francis Ford Coppola, en un largometraje llamado THX-1138 [1.971]. Sin embargo, esta película que representa una seria advertencia sobre los aspectos deshumanizantes de la tecnología no tuvo el éxito esperado; y Lucas, atribuyéndole el fracaso a que el público de nuestro tiempo ya sabe el futuro gris que nos espera, hace algo optimista y esperanzador llamado American Graffiti. Pero el verdadero golpe de gracia que rompió estruendosamente la taquilla a nivel mundial fue su siguiente obra: Star Wars [1.977], una obra maestra de la ciencia ficción, y el mundo entero, por fin, reconoció el talento de ese niño que devoraba historietas y el mundo entero no pudo resistir el encanto de aquellos personajes simpáticos y extravagantes a la vez. Cuenta él que cuando estaba editando las pistas sonoras de American Graffiti su editor de sonido, Walter Murch, necesitaba el rollo número 2 de la pista del segundo dialogo. Le pidió a su amigo, en un momento que hoy se considera histórico:

—Oye, George, tráeme el R2D2 (en inglés: Ar-Two-Dee-Two).

─En seguida -contesto Lucas; pero antes de llevar el rollo anotó en una libreta: "R2D2". Y exclamó:─ ¡Estupendo nombre!

'Nombre' que lleva aquel simpático y testarudo robot cilíndrico que emite silbidos y que le hace la vida imposible a aquel androide dorado llamado C3PO.

Se estima que Lucas consiguió embolsillarse para sí mismo por la mera película de Star Wars aproximadamente U$40 millones, y eso, sin contar las ganancias reportadas por la propiedad de la franquicia en cuanto a los libros como 'Shadows of the Empire', videojuegos y juguetes de plástico del mundo de la Guerra de las Galaxias. Para el próximo proyecto, la primera secuela de la saga de ciencia ficción, The empire strikes back [1.980], Lucas aportó buena parte del costo de producción; de tal forma que si la película fracasaba, quedaría en la banca rota. Pero, por supuesto, con ese antecedente llamado Star Wars, esto no sucedió. Fue un éxito rotundo, al igual que la segunda secuela: Return of the Jedi [1.983].

Paralelamente a la producción y dirección de películas, Lucas creó en 1.975 a INDUSTRIAL LIGHT & MAGIC (ILM) como medio para solucionar la realización de efectos especiales, no sólo para su saga espacial sino de la avalancha de películas de ciencia ficción y fantasía que se avecinaba y necesitaba, cada vez más, f/x 'creíbles'. Esta compañía, para la trilogía de Star Wars, perfeccionó la técnica de la pantalla azul (o blue screen) técnica conocida en televisión como chroma. Ésta consiste, a grandes rasgos, en fotografiar a los actores o modelos de naves espaciales frente a una pantalla de cualquier color, de preferencia azul o verde, que se ilumina por detrás para eliminar las sombras. La película de cine es muy sensible a la luz azul y, cuando es revelada, la pantalla frente a la cual se filmó aparece un campo transparente o negro, sobre el cual es posible sobreimprimir imágenes producidas por separado; por ejemplo, para los modelos de las naves espaciales: un fondo estrellado. Otra innovación, utilizada para la batalla en las trincheras de la Estrella de la Muerte fue la aplicación del Dykstraflex, un dispositivo que permitía que el equipo filmara algunas escenas empleando una cámara "sobre ruedas" controlada por computadora. Desde ese entonces, esta compañía ha realizado los efectos especiales, con altas dosis de infografía, de películas como: ¿Who framed Roger Rabbit? [1.988], The Abyss [1.989], Terminator 2: Judgment Day [1.991], Jurassic Park [1.993], Forrest Gump [1.994], Casper [1.995], Jumanji [1.995], The Lost World-Jurassic Park [1.997], entre otras como el regreso de una "restaurada trilogía de la Guerra de las Galaxias" Special Edition [1.997]. Aquí, por ejemplo, Jabba The Hubb, ese gusano gordo y que se la tiene montada a Han Solo, hace su 'primera aparición' en la 'primera película' de la saga; y, además, la coreografía de los bailarines de su palacio se mejora. Otra característica de esta nueva edición es que las grandes ciudades como Mos Eisley, por fin, parecen grandes ciudades plasmadas en panorámicas y planos generales; a diferencia de la vieja edición que sólo mostraba, en planos cerrados, una calle con un par de edificios y algunos cuantos monstruos.

Ahora, el desafío de ILM es realizar una serie de películas cuya historia sea anterior a la de Luke Skywalker y su combo; la primera, Episodio 1: La Amenaza Fastasma, se estrenó en 1.999; y la segunda, Episodio 2: El Ataque de los Clones, se estrenó en el 2002. Estas continuaciones, otra trilogía, son cronológicamente anteriores a la que ya conocemos, de un tono más oscuro y consisten, a grandes rasgos, cuando el joven Anakin, futuro padre de Luke, se deja tentar por lado oscuro y se convierte en Lord Darth Vader.

Pero... cuál es el atrativo de Star Wars: los seres extraterrestres, las naves espaciales, las aventuras intergalácticas, sus bases mitológicas. Tal vez la respuesta está en que Star Wars se basa fundamentalmente en una Fuerza mística que controla y es controlada por los caballeros Jedi, y que posiblemente salvó a ese no tan destacado estudiante de una muerte segura. Todas las manifestaciones de la Fuerza se relacionan con los usos especulativos de los fenómenos paranormales o Psi, ya sea el Psi positivo (como el de Luke) o negativo (como el de Darth Vader). Según Obi-Wan: "La Fuerza confiere al Jedi su poder. Es un campo de energía creado por todas las cosas vivas"; según Yoda: "Crea la vida y le permite desarrollarse. Su energía nos rodea y nos une. Nosotros somos seres luminosos, no simple materia"

En últimas: "Que la Fuerza te Acompañe".



Abre los ojos (Alejandro Amenábar)


Es fácil encontrar "jóvenes promesas", me refiero a personas aparentemente comunes y corrientes que reúnen los méritos suficientes para dejar una huella en la historia de la humanidad. Lo de "fácil" se debe a que todos nosotros de algún u otro modo tenemos un Da Vinci, un Gates, un Disney, un Spielberg, un Edison, un Presley, un Rockefeller o un Einstein en nuestro corazón, latente, esperando florecer. La razón para creer lo anterior es siempre la misma: "¡si ellos pudieron, por qué no yo!"; lastimosamente, muchos se queman antes de demostrar de lo que verdaderamente son capaces de hacer. ¿Y por qué? Bueno, las razones pueden ser diversas y... las disculpas también. Por supuesto, no se puede negar que la injusticia social obstaculiza los sueños de trascender de millones de personas. En resumen: ¿cómo se le puede pedir a un niño de los barrios bajos que se convierta en el próximo Einstein, si no come desde hace varios días y que, desde luego, si no puede satisfacer esa necesidad básica, mucho menos puede tener los medios para asistir a un colegio? ¿Cuál es la probabilidad de que pueda surgir y triunfar en la vida, si a veces para aquellos niños llegar a la mayoría de edad es toda una proeza? Hay tanta injusticia, mientras que existen niños que no tienen nada qué comer; otros, botan la comida a la caneca. Sin embargo, la historia de la humanidad rebosa de casos donde personas con todo en su contra surgen. Ahora bien: ¿surgir en qué? Howard Gardner, autor de la teoría de las "inteligencias múltiples", expresa que no tiene sentido decir que una persona es más o menos inteligente. Simplemente, no lo tiene. Einstein no es más inteligente que un vendedor de lotería o Gates no es más inteligente que un adolescente que toca en una banda de rock los fines de semana. La cuestión es simple y llanamente: ¿sé es inteligente con respecto a qué? Según la teoría de Gardner hay siete tipos de inteligencia: lógico-matemática, espacial, lingüística, musical, corporal, interpersonal e intrapersonal. No obstante, lastimosamente, nuestra sociedad le rinde un culto desmesurado a la inteligencia lógico-matemática; inclusive, se la toma como base para medir la inteligencia, lo cual, desde luego, es injusto. No quiero trascender demasiado sobre este último asunto, lo cierto es que todos tenemos un potencial para dejar una huella "importante" en la historia de la humanidad, a pesar de todos los obstáculos.

Recuerdo que leí una biografía no autorizada de Steven Spielberg donde, a sus comienzos de su brillante carrera cinematográfica, ante el menosprecio de actrices como la legendaria Joan Crawford que lo veían como a un chiquillo que le dio el capricho de dirigir, ante el descalabro de no tener el control de la edición de Eyes en Night Gallery (su primer trabajo como director en la televisión), ante el fracaso comercial de The Sugarland Express (su primera película exclusivamente para cine), ante el punzante acoso de Universal para que se ciñera al presupuesto en Jaws y ante los pronósticos de la prensa que vaticinaban que Jaws sería un fracaso como Sugarland, en más de una ocasión Spielberg se vio tentado a tirar la toalla. Afortunadamente, amigos y mecenas como Sidney Jay Sheinberg, un ejecutivo de Universal, no dejaron que el director más taquillero de la industria cinematográfica se quemara. Por otra parte, Alejandro Amenábar, el director de Tesis [1995], Abre los ojos [1997] y Los otros [2001], es un ejemplo más de las jóvenes promesas que no se quemaron en un mundo donde apenas unos cuantos países (que se pueden contar con los dedos de la mano) tienen industria cinematográfica.

Alejandro Amenábar nació en 1972 en Santiago de Chile. En 1990, inició sus estudios de Imagen y Sonido en la Universidad Complutense de Madrid (España) y un año después, a los 19, presentó su primer corto, La cabeza, que obtuvo el primer premio de la Asociación Independiente de Cineastas Amateurs (AICA); no obstante, abandonó la Complutense para dedicarse por completo a la práctica de hacer cine. Realizó Himenoptero, un thriller de media hora que sorprendió al jurado del Festival de Cortos de Elche. El padre de Raquel Gómez, protagonista del filme, era compañero en la docencia en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Salamanca de José Luis Cuerda, un destacado director español. Ello le permitió entregarle el vídeo de este corto para que le diese su opinión. Mas Cuerda en vez de interesarse por la actriz, se interesó por lo bien como estaba realizado el filme del joven director.

Luego en 1994, Amenábar dirigió y escribió Luna, galardonada por la crítica, en este caso, con el Premio Luis García Berlanga al mejor guión y el Premio de la AICA a la mejor banda sonora, y José Luis Cuerda se interesó más por Amenábar. Tanto fue su interés que Cuerda se arriesgó a crear una productora de cine "Las Producciones del Escorpión" en 1995 y se comprometió en producirle a Amenábar sus tres primeras películas, independientemente del resultado que diesen las mismas. Así apareció Tesis, un filme que narra la historia de una estudiante de comunicación que se enfrenta con una red de snuff movies en la universidad. Un éxito de taquilla y la ganadora indiscutible de la XI Edición de los Premios Goya, al recibir siete estatuillas, entre ellas las de mejor película, guión y dirección novel. Luego, en 1997, vino Abre los ojos que recaudó más 1.000 millones de pesetas e internacionalizó tanto a Amenábar que el mismísimo Tom Cruise le compró los derechos para su remake americano: Vanilla Sky [2001].

Así que no hay de otra: abre los ojos; no te quemes; no te rindas a pesar de que a veces parece como si no hubiese justicia en el mundo; no vivas en un sueño del cual no quieras despertar, aleja esos malsanos pensamientos; no has perdido, si la vida te ha dado un golpe bajo; despierta, abre los ojos, levántate y todo lo que te propongas lo podrás lograr.



Before Sunrise (Richard Linklater)


La primera vez que vi Before Sunrise fue en la universidad. Me pareció magnifica por su simpleza, pulimento y trascendencia de sus diálogos. Me gustó mucho como idealizaba el amor en un mundo cínico. Jesse y Celine parecían estar protegidos dentro de una burbuja. Viena y el universo entero sólo era para ellos. No había nada más. Sólo ellos. Desee estar realmente enamorado y compartir mi vida con una chica que sintiera lo mismo por mí; no obstante, encontrar no a una mujer, sino a la mujer de mi vida, no es nada fácil. Ahora, varios años después, la encontré (en un momento de mi vida que estaba resignado y me prometí que no buscaría más). ¡Curioso!, ¿no? Viví la historia de Before Sunshine, sin darme cuenta. Todo sucedió una tarde cuando estaba feliz y no sabía el porqué. Sonará a cliché; pero es cierto. En esa tarde soleada citadina, antes de una obra de teatro, conocí a C (así llamaré para ti a "mi media naranja"). ¡Extraño!, ¿cierto? Hablamos por un rato. Debo confesar que no fue amor a primera vista; sin embargo, no pasó mucho tiempo para que me enamorara y nos volviéramos novios. Lo malo (siempre hay algo malo en una historia de amor: "Romeo y Julieta", "Luisa y Clark", "Rose y Jack"), ella, una linda latina, vivía en Estados Unidos. C, mi media naranja, vino a visitar a su familia y de paso a vacacionar en mi país. Obvio. La cuenta regresiva estaba en marcha y, dentro de poco, se marcharía y me dejaría. Allá tenía todo; acá, nada. En Before Sunrise, Jesse y Celine, un gringo y una francesa, se enamoran durante unas vacaciones en Viena y, al final, entre sollozos, cada quien regresa a su país con la promesa de que volverán a encontrarse. ¡Algo triste! En mi caso, también existió una promesa similar; pero (siendo sincero y C también lo sabía) lo nuestro no podría funcionar. Empezando con lo difícil que es para un joven profesional y “latino” (como yo) conseguir una visa para gringolandia. ¡Muy triste! ¡Encontrar la mejor chica del mundo y tener que dejarla ir! ¡Es sensato y lógico! La mayoría de amigos y amigas quienes conozco desearían vivir el sueño americano. Y C estaba allá, viviendo en New Jersey. Es triste, pero así son las cosas, a veces agarramos nuestros sueños con las manos y estos se nos escurren entre los dedos en un parpadeo. Y así como no la vi llegar, así como no la esperaba, así se iba. ¡Es lógico! Debía irse y todo terminaría. En fin... ¿qué paso? Ella se quedó y ahora es mi esposa.



Eden Lake (James Watkins)


Ayer vi el remake The Crazies, una de zombis producida por Romero. Me encantó. No me aburrió. Me pareció entretenida. Me puso la piel de gallina el tipo del tridente. Pero no me asustó tanto como Eden Lake, que la vi hace una semana. Me llama la atención esto, ya que mientras en The Crazies una invasión zombi azota a un pueblito de Pensilvania, en Eden Lake es un grupo de adolescentes los que hacen la vida imposible a una pareja que pasa vacaciones, precisamente, en el lago Edén. Estos chicos no son los pandilleros típicos y estereotipados de tatuajes, de malabares con navajas y cosas así; por el contrario, son pelaos de apariencia tan normal como cualquiera que estudia en un buen colegio. Pero, ¡Ehhh, Ave María!, sí asustan más que una jauría de zombis sedientos de sangre. Esto es bueno reflexionarlo, ¿no? Tanto maquillaje, tantas prótesis, animatrónicos y CGI, y algo tan simple como un adolescente "hijo de papi" puede llegar a asustar tanto.

En cuanto, el final de Eden Lake sólo puedo decir que fue muy honesto y me hace pensar que en el futuro escucharemos de otros Columbines.



Blade Runner (Ridley Scott)


¿Quiénes somos?

¿Hacia dónde vamos?

Eternas preguntas que parecen nunca tendrán respuestas, al menos, respuestas convincentes. El simple cuestionamiento de preguntarse por qué estoy aquí nos da como para una tesis extensa. Somos producto de un azar del tiempo, del espacio y de la genética, o producto de un destino guiado por las estrellas o establecido por un ser omnipotente y omnipresente. Quién sabe, no hay respuestas convincentes. Pasamos la mitad de la vida cometiendo errores por temores, y la otra mitad preguntándonos por qué cometimos esos errores y no fuimos capaces de remediarlos: es tan fácil, preguntarle al ser que ámanos en secreto si nos ama; o buscar un nuevo e incierto futuro sin importar lo que nos pase, pero que nos haría felices si saliéramos victoriosos. ¡Es tan fácil! Por qué tanto miedo a ser lo que somos. Tal vez... porque no sabemos 'exactamente' quiénes somos. ¿Por qué la vida nos trata así, dándonos tan poco tiempo?

Ahora bien, que tal si existieran unos "seres" físicamente e intelectualmente como nosotros; pero que sólo pueden vivir por cuatro años. En otras palabras, un ser humano para lograr todos sus sueños y ambiciones vive en promedio, y a duras penas, 80 años y estos "seres", llamados replicantes, viven una chuchería de apenas 4 años. Por supuesto que quieren vivir más, hacer más cosas como sus creadores: los seres humanos; pero fueron creados para ser esclavos y realizar trabajos en sitios peligrosos y, para acabar de rematar, los que se nieguen a hacerlo, son eliminados por un nuevo y futurista símbolo de la muerte con guadaña en mano, llamado blade runner.

En fin... sin importar si somos humanos, replicantes o simples cucarachas, lo cierto es que moriremos algún día, !100, 80, 40, 30 años¡ ¡Qué más da, nadie es eterno en este mundo! No obstante, ¿para qué vivir durante mucho tiempo, si se es "infeliz"?, ¿para qué vivir durante mucho tiempo, si hacemos ciegamente lo que nos dicen los demás, si no creemos en nosotros mismos, si vamos por la vida a donde nos lleve el viento o si nos creemos desdichados sólo porque hay quienes tuvieron más oportunidades que nosotros?

De tal modo, amigo o amiga, no importa el tiempo, lo importante es si eres "verdaderamente feliz". Lucha por tus sueños, lucha por tus ambiciones, no dejes que te menosprecien o te desilusionen, sé optimista, cree en ti, sé verdaderamente feliz, vive.



Terminator 2 (James Cameron)


Terminator 2 está plagado de máquinas pensantes cuyo único fin es eliminar a la humanidad; en otras palabras, si en el pasado gobernaron los dinosaurios y, en el presente, los humanos; en el futuro, una creación humana fuera de control gobernará. Es una visión apocalíptica de lo que nos espera si seguimos haciendo cosas sin analizar sus consecuencias, ya pasó con la bomba de hidrógeno, va a pasar con la distorsionada utilización de la clonación y pasará cuando se llegue (algunos dicen dentro de 10 años, otros no son tan optimistas) al tope de la IA. Si Terminator fue tan apocalíptica; Terminator 2: Judgment Day intenta, con el final, dar, al menos, una esperanza de un futuro prometedor. Amanecerá y veremos! Se estima que Terminator 2 recaudó, en sólo 12 días después de su estreno, más de U$90 millones, lo que casi equivale a su inversión de U$100 millones. Cameron, para está nueva secuela de Terminator, recurrió a la ILM para la creación del malvado y nanotecnologico antagonista, T-1000. Este tenía, por ejemplo, que ser capaz de transformarse de su estado de metal líquido a una forma humana; y Cameron motivó al equipo de la ILM para que se le midieran al trabajo, explicándoles lo que quería obtener: "Es la oportunidad de demostrar, de una vez por todas, que los gráficos fotorrealistas por computadora pueden emplearse para la creación de personajes". Y tuvo razón, la revolución digital en las imágenes por computadora llegó para quedarse.

ILM creó Morpha, un programa que recibe un modelo de alambre del actor que protagonizó a T-1000 y los cuatro estados de transformación: (1) masa metálica amorfa, (2) forma humanoide metálica sin rasgos definidos, (3) forma humana metálica con algunos rasgos distinguibles y (4) forma humana apenas diferenciable de la real. Después se generó los pasos intermedios entre cada estado y, como resultado, se obtuvo una metamorfosis continua. Posteriormente, se empleó el programa Body Sock para añadir las texturas de la ropa y piel necesarias en los pasos finales de la transformación. Y así, T-1000 adquirió vida. Vida que también adquirió T-1.000.000, una especie de cangrejo gigante y metálico, ante el cual el terminator de Schwarzenegger y su amigo humano, John Connor, tendrán que luchar en el juego de los Estudios Universal llamado: Terminator 3D, Armagedon. Aquí las persecuciones y explosiones suceden tanto dentro de varias pantallas gigantes como fuera de ellas. Para terminar: nadie sabe exactamente lo que nos depara el futuro; pero si una máquina sabe lo que significa: "humanidad", tal vez el ser humano también lo sepa.



The Fly (David Cronenberg)


En un afiche, de esos que se regalan para "el día del amor y la amistad", aparece un extraterrestre que con cincel y martillo esculpe en la Luna las letras: "T Q M", un "Te Quiero Mucho" tan colosal que se ve desde la Tierra. Además, el afiche dice: "Ni te imaginas lo que haría por ti". Supuestamente, lo que el afiche quiere decir es que la persona enamorada, si tuviera la más mínima oportunidad, se embarcaría en un viaje hasta la Luna y, prácticamente con las uñas, haría algo que simbolizara el gran amor que siente por la persona a quien ama.

¡Cierto que es muy tierno!

Sabemos que los cuentos de hadas terminan con el "final feliz": el príncipe, después de pasar por las verdes y las maduras, logra casarse con la princesa; pero no te has preguntado: ¿cómo les fue a BlancaNieves y al Príncipe Azul en su matrimonio? ¿Será que se divorciaron? ¿Será que BlancaNieves le puso los cuernos con uno de los Siete Enanos?

¿Será que el matrimonio es la tumba del amor?

Durante el noviazgo, todo se ve "color de rosa"; poco importa gastarse todo el dinero de la quincena en un regalo o trasnocharse pensando en sus ojos o soportar los reproches y la supervisión de los padres, si se va estar aunque sea un minuto con la persona a quien amas. Pero, ¿qué pasa durante el matrimonio? Sentirás lo mismo después de convivir con tu pareja por 10, 20 o, qué sé yo, treinta y tantos años. Es un hecho que las personas cambian tanto en su físico como su manera de pensar: engordan; se les cae el pelo; las cosas que antes subían, ahora bajan; se arrugan; aparecen los más extraños achaques. Sé que eres consciente de que el amor se transforma y cambia con el tiempo; pero acaso tú podrás seguirle el ritmo a esos cambios. Recuerdo que un día mi papá me comentó lo que le pasó a un amigo del trabajo: le dio un cáncer en las encías, o algo así; de todas formas, la enfermedad que tuvo le deformó el rostro. ¿Y... adivina qué hizo su cariñosa novia y futura esposa?: ¡Lo abandonó!

Hay otro caso, sólo que esta vez se trata de aquellos amores donde sí hay amor; pero que el destino, ¡el cruel destino!, le juega una mala pasada a los amantes: según cuentan todo sucedió en 1986 cuando una periodista, Verónica Quaife, entrevista a Seth Brundle, un excéntrico científico que experimenta con la transmisión de materia de un sitio a otro o, en otras palabras, experimenta con la "teletransportación". Como es de esperarse, puesto que se trata de una historia de amor, se enamoran; pero algo fuera de lo común le ocurre a Seth durante uno de sus experimentos: sin que el científico se dé cuenta, una mosca se introduce junto con él en la cabina de teletransportación y, durante la transmisión a la otra cabina, mosca y Seth se combinan. Así que Verónica, aunque sería capaz de dar su vida por Seth con tal de no verlo sufrir, tiene que presenciar la lenta metamorfosis de su amado en una apestosa, repulsiva y despiadada mosca gigante.

Obviamente, lo de Verónica y Seth no puede ser real, ¡eso espero!, y sólo podía surgir de la imaginación anormal y extravagante de David Cronenberg, un director canadiense que empacó maletas y se fue para Hollywood. En 1975, estrena The Parasite Murders, en la cual un científico más loco que algunos hackers que conozco experimenta técnicas de proliferación de gérmenes con su esposa. Después, aparece The Brood [1979] donde Samanta Fox interpretaba el papel de una mujer mutante cuyo aparato reproductor funciona mediante partogénesis asexuada. Luego vendría, en 1981, Scanners y su historia del par de gemelos mutantes con un poder mental excepcional. Años después, estrena Videodrome [1984] y The Zone Mortal [1983]. Ya para 1986, Cronenberg contaba con productores dispuestos a altas inversiones y así, con más dinero en el bolsillo, realiza The Fly que contaba con las actuaciones estelares de Jeff Goldblum (Seth) y Geena Davis (Verónica).

La versión de The Fly de David Cronenberg, muy distinta a la del clásico de 1958 con David Hedison y Patricia Owens, básicamente consiste en una historia de amor trágica en medio de un devenir monstruoso. Tal vez, La Mosca sea un ejemplo extremo sobre esos amores imposibles donde por más que los amantes se esfuercen por amarse durante toda la vida, simplemente, no pueden; pero, de todas formas, la pregunta sería: ¿qué harías tú por amor?

Te interesa saber más sobre esta película, quizá te interese esta otra publicación: La Mosca: La Estrella de los Personajes.   





Y escribí más reflexiones de películas, las rescaté y están en esta otra publicación: Algunas películas de Steven Spielberg


Por Diego Darío López Mera
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