Translate this blog...

Mi computadora escribe libros


Finalizando el 2022, las redes sociales esparcieron el runrun sobre una inteligencia artificial capaz de sostener una conversación coherente e interesante, y que además podía resolver y escribir códigos en varios lenguajes de programación como solución a problemas básicos y de complejidad media. ¡Una evidencia palpable de que las máquinas autoprogramables están tan cerca que hasta nos respiran en la nuca! También las mismas redes alertaron a más no poder —sólo les faltó una matraca para despabilar a los despistados— que los estudiantes más… mmm¿cómo decirlo?... "listillos" se aprovecharían de esta situación para plagiar sus tareas. ¡Feliz 2023!

Esto, sin duda, es un "cisma" en la educación, pues, esta nueva realidad exigirá de profesores, al menos, más creativos y displicentes con sus formas de evaluar. ¡ChatGPT, como se llama esta inteligencia, se utilizará y abusará en la solución de tareas escolares y universitarias! ¡Feliz 2023!

Muchos no dimensionan el alcance de esta revolución tecnológica. Por ejemplo, alguien soltó esta perla, y cito: "lo malo es que casi siempre repite lo mismo, no hay mucha diferencia en eso y buscar en Google".


Pero esto equivale a afirmar que el buscador de Google es lo mismo que buscar algo en una biblioteca —física— repleta de tomos de una enciclopedia.

ChatGPT pronto se convertirá en una herramienta didáctica muy utilizada, y los profesores deben darse cuenta de esto. Sí o sí.

En mi caso, exploré la posibilidades de la utilización de ChatGPT en la escritura de libros escolares o universitarios que estuviesen ajustados a mi forma de abordar el contenido de los cursos con los estudiantes, es decir, quise crear un libro a la medida —a mi medida, tal y como concibo la educación— y que, además, lo pudiese escribir en un tiempo récord.

¿Es posible?

Spoiler: sí.

¿Qué "escribí"?: El primer capítulo de un libro de fundamentos de programación con el tema "algoritmo".

¿Cuánto me demoré usando ChatGPT?: dos horas.

Si lo hubiese hecho sin ChatGPT, ¿es posible escribir ese capítulo en ese tiempo o menos?: No, no se puede. Al menos, yo no puedo y posiblemente me tardaría todo un día o más en escribirlo. Dos horas es un tiempo insuficiente como para escribir un texto bueno de varias páginas. ¡No se puede! ¡Un ser humano normal no podría! ¡Claro! A menos que seas Stephen King.

Así que le medí el aceite a ChatGPT. No quise que me diera una respuesta al estilo Wikipedia, es decir, que escribiera una definición común y corriente de lo que es un algoritmo. 

La pregunta o solicitud concreta fue: Escribe una explicación sobre lo que es un algoritmo, usando superhéroes.

Y lo hizo… y muy bien.


No sólo respondió acertadamente mi solicitud, sino, además, dio varios ejemplos interesantes relacionando la algoritmia con los superhéroes.

A decir verdad, si ChatGPT me hubiese dado una respuesta mediocre, hubiese desistido en proseguir.

Fueron dos horas en la mañana del 30 de diciembre del 2022, en las que formulé preguntas que consideré adecuadas, con base en una estructura que tenía planeada para el capítulo, y en las que revisaba la confiabilidad y exactitud de las respuestas, y hacia ajustes al texto resultante. Ajustes que fueron pocos, a decir verdad.

Y este es el resultado:

Escena post crédito 1:  Ahora los profesores podrán escribir libros en poco tiempo y a la medida de cómo enseñan sus cursos. Desde luego, también se presentarán situaciones no tan buenas. Creo que —y ojalá sucedan pocos casos— algunas instituciones educativas se aprovecharán y se llegará al punto en el que se infravalorará la escritura de libros educativos.

Escena post crédito 2: Sin embargo, también se presentará una situación como la que expone alguien que hizo un comentario a propósito del capítulo que hice con ayuda de ChatGPT, y cito: "en un mundo donde la pereza intelectual reina, habrán muchos autores que no verificarán contenidos generados por la IA... y terminarán filtrándose errores en las obras completadas que serán asumidos como postulados correctos por los estudiantes que no hacen investigación crítica (la mayoría, lamentablemente)".

Escena post crédito 3: Y aquí viene el tema de la "autoría". En la escritura de ese capítulo, no me sentí  como si fuese el autor, tuve una especie de síndrome del impostor; por esa razón, no firmo como “autor”, sino más bien como "question writer". Una anotación al margen: No utilizo nada relacionado el término "prompt engineering", pues, lo considero inadecuado y prefiero usar "question writing"; luego, en otra publicación daré mis razones.

Escena post crédito 4: El final del capítulo tiene cinco enunciados de ejercicios de programación para los estudiantes, pero tuve dudas si en colocarlos o no, pues, los enunciados los escribió ChatGPT y están bien —son los ejercicios típicos que se dejan a los estudiantes en cualquier curso de programación—, pero si ChatGPT los escribió, también puede resolverlos.


Escena post crédito 5: Me demoré más en escribir esta entrada para este blog —sin ayuda de ChatGPT— que en la escritura del primer capítulo del libro. ¡Ironías de la vida, no!


Por Diego Darío López Mera
Todos los derechos reservados ©




¿Te gustó esta publicación?
Por favor, compártela con tus amigos y amigas
facebook    Twitter
Da clic en alguna de estas redes sociales...
y muchas gracias.




¿Quieres saber más sobre
     , , , ?
    Comparte esta publicación en Facebook o Twitter

0 Comentarios

Publicar un comentario







Contáctame

Nombre


Correo electrónico *


Mensaje *


Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *








Diego Darío López Mera
Todos los derechos reservados ©