Escribir un libro es una actividad que requiere de perseverancia, paciencia y ganas de contar una historia. En lo personal, una vez que aceptas el reto de escribir, de plantarte ante una hoja en blanco, ya sea de celulosa o bits, el mundo se transforma. Convives con una historia y unos personajes que no te dejarán en paz hasta que escribas, con honestidad, la palabra "FIN". Así que a veces suele ser traumático el proceso; en realidad, mas bien siempre es muy traumático, puesto que vives casi en carne propia el sufrimiento que sienten tus personajes por no superar una serie de problemas que tú mismo —como escritor— te encargaste de causarlos. Esto pasó con Los hombres que aterrorizaron al mundo, una novela que tiene su origen en 1992, que escribí en el 2001, que publiqué en el 2007 y que tuvo una reedición en el 2016.

Así fue y es el timeline de esta novela.

En 1992 se me ocurrió la historia de un director de cine que quería hacer una gran obra, no necesariamente una película tal y como la conocemos. Esta obra tenía que ser tan monumental y desafiante como una película proyectada en el cielo a la vista de todo el mundo, y tan demoledora que podría acabar con tu ser y esencia. En ese momento, escribí un resumen de todo lo que pasaba por mi mente y lo engaveté por varios años.

En el 2001 decidí ya desempolvar ese resumen y escribir la historia. Fueron dos años, con intermitencia, en los que llegué a conocer a Johnny Fernández y a un tipo del cual nunca llegué a saber su nombre, pero al que todos llamaban "el Productor".

Los hombres que aterrorizaron al mundo es una novela de aventuras, suspenso y ciencia ficción sobre cine, sueños y maldad humana.

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