No recuerdo cuando la vi por primera vez. Se estrenó a la par de E.T. En esa época estaba muy niño y sí recuerdo que mi abuela junto con mi hermano me llevó a ver la película del extraterrestrico, obviamente. La Cosa la vi después, ¿quién sabe cuándo? Quizás en los noventas por televisión.

En general, las películas de monstruos me fascinan, sobretodo, si los bichos tienen un origen extraterrestre. En este género, es decir, extraterrestres, intento ver todo lo que caiga en las carteleras de cine; inclusive, ahora, por las noches, estoy echándole una ojeada en Youtube a esas películas reantiguas setenteras y ochenteras; y no, no me refiero precisamente a los clásicos de siempre; sino a esas otras olvidadas que alguien rescató y colgó en la Nube. Sé que el tiempo ya les pasó hace rato factura; sin embargo, una película sin importar su calidad es tan rematadamente tan costosa y difícil de hacer que, pienso yo, por humildad y humanidad vale la pena echarle un visionado no prejuicioso.

Así que feliz de haber ganado este concurso en el cual me esforcé por recrear la atmósfera de La Cosa. Pronto saldrá el libro recopilatorio a la venta y para quienes tengan la oportunidad de leer el relato, espero que lo disfruten tanto como yo en escribirlo.